lunes, 1 de junio de 2009

Cuerdas

Tengo tantas cosas en la cabeza que me gustaría poder amarrarlas y dejarlas quietas, pero son mucho más fuertes que yo y se disparan hacia cualquier dirección.

Es una locura, mi vida es una locura.

Pinto de Verde las cosas, piso hojas secas de árboles ingleses, vuelo sobre nubes violetas mientras me tomo un café bien negro.
El otro día conocí a mi gemelo perdido, vivía en unas islas desconocida cerca de Dinámica. Era como yo cuando me veo en un espejo, un polo absolutamente opuesto, una quimera dibujada sobre el agua con una varilla de sauce.
Entretenido es cuando hablamos en idiomas distintos y logramos aun así entendernos, quizá es la telequinesis lo que nos ayuda.
El Tibet le hizo de maravilla para aprender el manejo de la vida en las otras dimensiones, ahora vuela con mayor habilidad.
Aprendo cada día una cosa nueva cuando le miro sin hablar.
Quizá con esto, ya no me pierda en las montañas, cuando viaje esos días donde el tiempo no corre y la tierra parece que se detiene.